Trece Jornadas Culturales del Vino nada más y nada menos lleva celebrando AFAMMER de Tomelloso y eso dice mucho. Da a entender, por ejemplo, que la mujer y el vino no son conceptos independientes o autónomos. Cabe decir que en nuestra tierra, trabajos como el de las “terreras”(mujeres que sacaban la tierra para crear cuevas) han ido muy ligados a lo que en este acto bien decía Julio Pérez: “En Tomelloso desde siempre, detrás de todo hombre ha habido siempre una gran mujer”.
Con el permiso de Julio, maestro durante cuarenta años y merecedor de todos nuestros respetos, voy matizar sus palabras y decir que en lugar de “detrás”, las tomelloseras hemos estado “al lado”. Codo con codo con el hombre, trabajando duramente y llevando impreso ese espíritu de “ahorrar para comprar otro pico de viña”, un espíritu prosperador.
Y esa misma seña va impresa en la voluntad de cada una de las mujeres que forman AFAMMER en Tomelloso y que está liderada por su presidenta, Rocío López, una mujer joven y con ganas de cambio, de aire fresco.
Estas Jornadas Culturales del Vino han ido dedicadas al 250 Aniversario de la Independencia de Tomelloso, simbiosis a la que contribuyó fielmente Julio Pérez, explicándonos de una forma amena algo de historia, costumbres y cultura del vino de nuestro pueblo.
Antes Ana, que lleva ya 31 años bailando en Manantial del Vino, nos enseñó detalladamente cuatro tipos de trajes típicos manchegos y tomelloseros, entre ellos el de las “terreras” destacando que fueron pioneras en llevar pantalones, aunque de vuelta del trabajo se soltaran la falda que llevaban recogida por detrás.
Pese a ello, el vino protagonizó el evento. José Andrés Jiménez de Altosa y Bodegas Verum, nos explicó todo lo referente al mundo del vino, parándose en variedades y tipos y explicando temperaturas y tiempos de fermentación y consumo.
Una cata comentada de dos vinos Verum maridando a dos platos, fue la guinda del pastel a unas jornadas en las que no faltaron las ganas de pasarlo bien, de colaborar y de difundir la cultura del vino en un pueblo tradicionalmente vinícola como el nuestro.
Algunas socias de AFAMMER nos comentan su satisfacción con las Jornadas, lo bien que ha salido todo y lo contentas que están de poder contribuir una vez más a que la mujer rural se mueva, tenga iniciativa y sea escuchada. Satisfechas de reforzar las relaciones de las mujeres en un sector atribuido tradicionalmente a los hombres.
El campo, la vid, el vino, algo tan importante para nuestra subsistencia está escrito en clave femenina. Sin las mujeres el ámbito rural no podría haber prosperado. Constancia, trabajo, esfuerzo, inteligencia… cualidades femeninas que las mujeres han reflejado en el campo y que AFAMMER nos recuerda. Definitivamente el vino tiene nombre de mujer.
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