Álvaro Márquez y Tino Montero pusieron en escena en el Auditorio del Museo López Torres —que registraba tres cuartos de entrada a pesar de la noche veraniega—, Comida a domicilio. El público disfrutó del espectáculo, tanto que el respetable no paró de reír en la hora y pico de función.
Márquez (De Pontis y Humanadas) y Montero (La que se avecina), hablaron, cantaron, gritaron, corrieron… sin dejar que nos relajásemos. No dieron tregua en ese intento de explicar las claves de la comida a domicilio. Intento decimos, pues fue de lo que menos hablaron. Sí lo hicieron de sus ligues, amores, trabajos, pasado, redes sociales, papeles y derribaron “la cuarta pared”, como nos anticiparon: improvisaron y se dirigieron directamente a la platea, como si tal cosa.
Actores
Nuestra fijación con la puntualidad nos hizo quedar con los actores dos horas y media antes de la función, amablemente accedieron y a las siete de la tarde, Álvaro Márquez y Tino Montero acudieron al Museo López Torres. Álvaro traía a su ciudad Comida a domicilio y a Tino Montero. Con los riñones de ambos, corriendo íntegramente con la producción del espectáculo, desde el alquiler de la sala.
«Tino Montero es un gran actor», asegura Álvaro Márquez «un gran actor salmantino»… «Él también es un gran actor tomellosero», interrumpe Montero. Márquez continúa como si nada «Que ha trabajado en grandes programas y series como La que se avecina, Cuéntame, Secretos y mentiras…Es un diamante en bruto, vamos. Juntos hacernos este show que es como un monólogo, pero tampoco es un monólogo porque monólogo, como el propio nombre indica es de uno y nosotros somos dos. Es como una conversación».
Un biólogo
«No es el clásico monólogo», señala Tino. «Si somos dos, sería un biólogo» precisa Álvaro. «Como Ana Obregón» (Tino Montero). Nos metemos en un charco tan grande como la Sima de los Huesos hablando de los monólogos, pero en fin, ya no podemos arriar velas y seguimos, impasible el ademán, criticando ese género con dos tipos que comen de él.
Nos confiesan que cerca de un noventa por ciento de lo que relatan en Comida a domicilio es real, como la vida misma. El espectáculo lo estrenaron en abril en la sala Nada, de Madrid. Allí estuvieron dos meses, para después pasar a la sala Galileo Galilei. Tomelloso es el primer sitio fuera de Madrid donde representan el show y es el comienzo de una mini gira que les va a llevar a Ledesma, Tavera, La Alberca y Salamanca.
«Volveremos a la Galileo en septiembre u octubre». Ambos señalan que es una gran sala, un referente, incluso para la música «han actuado Serrat, Sabina… los más grandes».
Proyectos
Hablamos de proyectos y surge la controversia. Nuestro paisano es optimista con el porvenir. Tino Montero no. «Yo estoy con De Pontis, os recuerdo, una serie que está arrasando en internet», nos explica Álvaro Márquez. Tino asegura que ve lo que hay y tiende al pesimismo «pero tengo un par de obras de microteatro en septiembre, acabo de terminar un largometraje, también. Son cosas que van saliendo, pero poco a poco. La vida del actor es jodida».
De Pontis, la serie de Álvaro Márquez en Internet, ha tenido más de 50.000 visitas en la primera semana «se está negociando con algunas televisiones. En septiembre hago un papel en la película San Felices de Roberto Lázaro… Haré un poco de lo que hago siempre: de canalla. Tengo por estrenar Ladrar a la luna, un corto que hice en Alcázar de San Juan con Pedro J. Vázquez y Rhodelinda Julián».
Seguimos hablando de proyectos, entramos en una disquisición, escolástica incluso, estableciendo la diferencia entre los que es ir a un casting y que eso sea una oferta de trabajo.
Álvaro Márquez invita, para acabar, a todo Tomelloso a que vea De Pontis «aparte de estar protagonizada por un tomellosero, está muy bien». Tino Montero ha señalado su agradecimiento a Tomelloso por esta oportunidad y a un público tan cálido.