El próximo sábado el novillero Antonio Linares se va a encerrar en la plaza de toros de Tomelloso, a las seis y media de la tarde, con seis novillos, utreros, de casi quinientos kilos. Esta gesta ha levantado una gran expectación, no solo en el mundillo taurino, sino en toda la ciudad.
Hace unos días charlamos con el torero, nos atendió en su peña. El público pasaba a comprar entradas, lo agasajaban y felicitaban su hazaña. Hubo un parroquiano que hasta le daba consejos. Antonio atendía a todos con paciencia, humildad y una gran sonrisa. Cuando pudimos, hablamos de los orígenes, del desconocido para nosotros mundo del toro, de la “gesta” que va a acometer el próximo sábado. Lo notamos centrado, seguro de sí mismo, muy preparado y convencido de que va a dar todo a sus paisanos. Tras cerca de dos horas de charla, nosotros también auguramos una tarde memorable.
La afición le llegó a Antonio Linares de niño, cuando iba con sus padres a algunas corridas, «te llama la atención el colorido, los vestidos… lo típico. Después empezó a venir a Tomelloso Raquel Sánchez, una torera de Madridejos, entrenábamos con ella en la plaza. Con catorce años me fui a la Escuela Taurina de Madrid, donde estuve año y medio, iba de viernes a domingo».
Después de venir de Madrid, dejó los toros, nos cuenta «Me desilusioné un poco. Estuve jugando al fútbol sala… Claro, en mi casa no hay excesiva afición y te vienes un poco abajo». Pero con veinte años volvió a sentir el gusanillo de los toros «con los antiguos compañeros de la Escuela nos informábamos de bolsines. Son como concursos, a nivel nacional, a los que se presentan todos los chavales que quieren, te llevan al campo y hacen una selección; a los elegidos les dan novilladas. Nos apuntábamos al bolsín de Medina de Rioseco en Valladolid. Todas las primaveras nos íbamos, a Valladolid, Salamanca, Burgos, León…»
El debut
Tras dos años así conoció al padre de Jesús de Natalia, que quería hacer una novillada en Tomelloso «Y me dio la oportunidad de torear por primera vez ante el público de mi ciudad. El 15 de mayo de 2010, San Isidro, me vestí de luces por primera vez para mis paisanos. Fue un mano a mano con Jesús de Natalia, él dos novillos picados y yo dos becerros. Ese año toreé siete festejos más. En el 2011 toreé 19 festejos, más en serio, con caballos; en la Feria de ese año actué en Tomelloso. Ese mismo año estuve en la Escuela Taurina de Toledo, con Joselito de Vega y me dieron cuatro novilladas muy fuertes».
En el 2012 fue el debut de Antonio Linares con picadores «Quise debutar en Tomelloso, pero no me lo dieron y tuve que hacerlo en Torralba de Calatrava. Fue el 15 de septiembre de 2012, compartí cartel con Milagros del Perú, que es matador ahora, y con Miguelín, un novillero de Aranjuez que ahora es banderillero. Esta tarde corté tres orejas resultando triunfador del festejo y me repitieron al siguiente año y volví a quedar otra vez triunfador. Ese año toreé dos novilladas picadas, la que decimos del debut y otra, al día siguiente en Bolaños, una corrida mixta con Luis Miguel Vázquez y Aníbal Ruiz». En el año 2013 Antonio toreo ocho festejos, cuatro festivales y cuatro con caballos en Talamanca, Utrillas, Andorra y Torralba.
La temporada actual
En la presente temporada «las cosas están aparentemente muy bonitas. Desde que nos apodera Pepe Sánchez vamos a torear catorce o quince fechas. Hemos tenido un buen comienzo, el otro día en Villamanta, a las puertas de Madrid, le cortamos cuatro orejas y un rabo a una novillada de Jaral de la Mira, que era un corrida de toros de pueblo, bien presentados. Me quedé triunfador del festejo… Y ahora estamos con la mente puesta en Tomelloso que es la próxima fecha ». Antonio señala que tiene, entre otras, apalabradas dos novilladas en Francia y una en Las Ventas.
El futuro
Antonio Linares lleva cortadas cuarenta orejas y quince rabos y ocho galardones. Tiene veintisiete años, lejos de ser un impedimento para él «me ha venido mejor torear con 26 años que con 18. Además de por lo taurino, por todo lo que se mueve alrededor. Además, con esa edad ya sabes lo que eres, si estás o no preparado, si te puede el miedo… ya lo sobes todo. Además, el toro cuando sales a la plaza no te pide el carnet. Ahí está el ejemplo de El Cid, que empezó muy tarde y a los treinta años explotó». La categoría de novilleros es muy competitiva, nos explica Antonio, hay pocas novilladas y muchos toreros que tienen que hacer un gran esfuerzo económico por entrar en los carteles.
Tras esta temporada, Antonio Linares puede tomar la alternativa. Pero prefiere triunfar como novillero en la presente temporada y estar otro año más como figura de la categoría, bregándose y cogiendo tablas y experiencia, para tomar la alternativa con cierto nombre.
La encerrona de Tomelloso
Nos interesa saber que mueve a Antonio Linares acometer la hazaña —o la locura para algunos— de encerrarse con seis novillos, que según nos cuenta son verdaderos toros, en su ciudad. «Empezamos con la idea de hacer una mano a mano con Manuel Díaz “El cordobés”, pero se nos iba de las manos en lo económico. Optamos por hacerlo yo solo, aquello empezó como una broma… que se ha hecho realidad. Se lo propusimos al apoderado, al principio puso reparos, pero bueno, ya estamos en ello».
«Tomelloso se ha volcado, hay un montón de casas colaboradoras y nada más ver la ilusión que tiene la gente te vienes arriba… Estamos preparados. El campo ha sido escaso, pero bueno. Físicamente me encuentro muy bien, y centrado. Yo creo que va a ser un gran día».
Asegura Antonio que la encerrona de Tomelloso es una lucha interna «quiero demostrar a mi ciudad y a la gente del toro de lo que soy capaz. Y lo que hacemos, que otros no hacen. Creo que novilleros con picadores que se hayan encerrado en su pueblo no ha habido ninguno… Después de la ausencia que he tenido en Tomelloso, que mejor que venir con cartel así».
Quien se pone delante del toro es él, Antonio Linares «pero no hay dinero en el mundo para pagar lo que está haciendo mucha gente por mí. No solo económicamente, sino también esa ilusión que me transmiten, mayor que la tuya algunas veces. Personas que te siguen donde vas a torear, que te ofrecen lo que te haga falta… Eso te nutre por dentro: por esa gente te vuelcas, haces lo que sea».
Antonio nos señala que palpa la expectación que hay en Tomelloso ante su gesta. «Estos días estoy sin trabajar y vas a cualquier recado, o a tomar un café, o a cualquier sitio y te preguntan». El novillero aboga por que se llene la plaza «además, es una oportunidad el ver una novillada picada, con novillos de cuatrocientos kilos que son toros, por cinco euros».
Pide al público que se anime y acuda a la plaza «es una gesta, no solo taurina, sino propia de los tomelloseros. Con la encerrona quiero homenajear el espíritu luchador de la gente de Tomelloso. Queremos que vengan con la misma ilusión con la que estamos trabajando para ese día».