Visitamos por tercer año (¡quién nos lo iba a decir!) el Belén de la Residencia de Ancianos San Víctor de Tomelloso. El portero llama a Sor Teresa, “¿quién le digo qué es?”. La religiosa se nos aparece con su sonrisa inconmensurable, sin hacer ruido. Hay que reconocer que la sor tiene unos ojos que inspiran confianza, o al menos eso nos parece. Nos felicita la Navidad, nos besa, sonríe. Le da a la luz y sonríe, trajina y sonríe, señala y sonríe…
Este año han vuelto a un diorama del misterio del Nacimiento. Un belén clásico, casi cronológico. “Todo se encamina al Portal” y la madre se arranca con palmas sordas, “Vamos al Portal que ha nacido el Mesías, /vamos al Portal…”
Todo comienza con la Anunciación, “María acepta la voluntad del Padre”, nos cuenta y nos señala la escena. Hay que vivir la vida cristiana “como si yo fuera el mismo Cristo”, señala Sor Teresa. Continua la monja, como un torbellino, “la Navidad no nos tiene que dar nostalgia, no. Nos tiene que dar alegría. Cuando decimos Navidad, tiene una mezclilla, hay quien estas fechas les recuerda a los que no están. No, no tiene que ser así porque ‘viene el hijo de María al hombre a salvar’”.
Nos explica toda la iconográfica del Nacimiento. “Todo va a hacía Jesús, el río, aguaviva, ¿quién es el aguaviva? Jesús. El olivo, da la aceituna, que da aceite, para ungir a los reyes: Cristo. Mira ese vendimiador, la vid verdadera, estamos unidos al tronco, nosotros los sarmientos, Él la cepa, también ‘manjares enjundiosos, vinos generosos’, que decía Isaías, para mi es la Eucaristía. Igual que la panadería, mira, mira, pero no solo por eso, sino porque el pan es totalmente necesario para la vida del hombre. He puesto mucho pan, ahora que me fijo”.
Esta parte, la del pueblo, es la vida, el afán de los hombres, todos cogen un presente y se lo llevan a Jesús. “Mira, mira, el Ángel se parece a los pastores cuando se hace de noche”. Continúa explicándonos la sor, hacemos fotos y grabamos, “el castillo está contrapuesto al pueblo. Grandeza y humildad. Todo eso lo voy pensando mientras en mi cabeza voy diseñando el Belén… Aunque luego haga un guiño a Tomelloso colocando el hombre este con las orzas de tomates en sal”.
El Nacimiento sale de la cabeza de Sor Teresa. “Lo diseño de una manera y luego sale de otra, porque como no tengo planos…”
El Belén de la Residencia San Víctor es un referente de la Navidad de Tomelloso, visitarlo es un clásico en la Pascua tomellosera. “Eso está muy bien, que venga la gente y así aprovechamos para felicitarlos. Ya que estoy, felicito la Navidad a todos los lectores de enTomelloso.com”. La casa está abierta a todos, “si alguien viene a alegrar a los ancianos son bienvenidos, han venido un par de grupos rocieros y de flamenco, que a los abuelos les encanta”. Tal vez estas fiestas sean complicadas para los ancianos de la Residencia, “tratamos de alegrarles todo lo que podemos, entre los que vienen y nosotros. Pero yo no dejo de comprenderlos. Esas fiestas son familiares y siempre falta alguien. Los que están aquí, si tienen su familia, faltan en ella, aunque estén vivos. Más los que faltan porque se han ido a la casa del Padre. Siempre hay algo, una nostalgia, eso lo trae la vida en sí… A ver qué familia se une entera…”
Sor Teresa sale rápidamente, deslizándose como entró, nos despide con otro beso. El año que viene volveremos.
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