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Nuestro peregrinaje por las bodegas de Tomelloso nos lleva a una de las más recientes: Viña Ruda. En esta ocasión acompañamos al alcalde de Tomelloso, Carlos Cotillas y al concejal de Promoción Económica, Manuel Rodrigo. Finalizaron de vendimiar hace apenas unos días.
Nos recibe Ramón González, el propietario de la bodega, que nos muestra amablemente las instalaciones. En el complejo se encuentra el origen de este sueño que es Viña Ruda, la empresa Análisis Vínicos. Uno de los laboratorios punteros en el análisis cromatográfico de nuestro país, que amplió su campo de acción con la fabricación de piezas para los cromatógrafos y el mantenimiento de los mismos. Ramón González es un eminente químico con innumerables trabajos publicados en las más prestigiosas revistas científicas de todo el mundo, que sin abandonar la investigación, apuesta por el mundo empresarial.
Ya en las dependencias de la bodega, llama la atención el hecho de que aunque hace escasas horas de haber finalizado la vendimia, todo está impoluto. Mientras un bodeguero está remontando el mosto, Ramón González nos va relatando el proceso de recolección, al tener las vides junto a la bodega buscan el momento óptimo para vendimiar, generalmente por la noche. La situación les permite que la máquina descargue directamente en el jaraíz, pasando apenas minutos desde que la uva se desprende de la cepa hasta que empieza el proceso de molturación.
En cuanto a la alquímica conversión del mosto en vino, en Viña Ruda una parte del zumo de la uva se transforma en vino por derroteros completamente alejados de las maneras tradicionales. Un proceso que les hace únicos y que es su seña de identidad, la fermentación de algunos de sus tintos mediante infusión. Ideado y desarrollado por Ramón González, el proceso se inicia tomando como base uvas de variedad tempranillo, tratándolas como si fuesen un blanco, esto es, retirando el hollejo. Esta “casca” es almacenada en una cámara frigorífica, para posteriormente infusionarla en el mosto apenas coloreado. Este proceso permite tratar a los tintos como si fuesen blancos, bajando la temperatura de fermentación. Con ello consiguen un vino tinto joven, fresco y aromático, que, según nos cuenta Ramón González, está teniendo muy buena acogida por los consumidores.
Viña Ruda también elabora vinos blancos, tomando como base nuestra uva más autóctona, la airén. Una variedad que trabajada con el cariño con el que lo hacen en la bodega que hoy nos acoge da lugar a unos vinos realmente interesantes con muy buenos aromas y matices.
La bodega se dispone en estas fechas a lanzar al mercado nuevos vinos tintos, elaborados de forma tradicional. Tras realizar la fermentación a temperatura controlada en depósitos de acero, los pasa a microdepósitos, lo que le permite un mejor manejo y realizar los ensamblajes de los vinos de una forma más cuidada.
Para finalizar Ramón González nos cuenta que están a punto de sacar un blanco elaborado con la variedad Airén y fermentado en barrica, una apuesta un tanto arriesgada, pero que desde punto de vista, ha dado como resultado un vino excelente.