«No podemos hacer otra cosa que aplaudir por tener una iniciativa como FENAVIN en esta provincia, en la que todo el mundo hace negocio: quienes vienen a comprar, las bodegas, y todo el sector hostelero provincial, entre otros que reciben su impacto económico». Así lo afirma Teófilo Arribas, el presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo ciudadrealeña.
El impacto de la Feria, como se ha podido comprobar en sus sucesivas ediciones, desde el año 2001, tiene una importante repercusión sobre el sector hostelero provincial en un radio aproximado de 40 kilómetros, asegura Arribas, para quien también es muy destacable el papel que tienen los restaurantes en el cierre de operaciones, especialmente los de las casas rurales u hoteles en los que se alojan, «donde se cierran negocios en las cenas, al final de la jornada».
Para el presidente de los hosteleros, es «fundamental» aprovechar estas fechas, «que todo el mundo muestre su mejor servicio: hay que ser consciente de que estamos trabajando siempre para potenciales clientes que volverán para hacer otras cosas, como ya sabemos que ha ocurrido y ocurre».
Los propios hoteles consultados por la organización se encuentran al 100 por cien de su capacidad, especialmente en la capital, donde las reservas se han hecho ya, incluso, desde hace dos años, al terminar la anterior edición.
Así lo cuenta, por ejemplo Óscar Sánchez, director de los hoteles Guadiana y Cumbria de la capital, quien estaría «encantado con que hubiese varias de estas ferias al año», porque, como explica, no sólo es la ocupación de los días en que sus puertas están abiertas, sino la semana anterior y posterior. «Lo cierto es que esperamos que llegue FENAVIN, dinamiza la actividad de la ciudad», sentencia.
«Es una feria que tenemos que mimar», según Lupe Carreras, directora del hotel NH
La directora del hotel NH, Lupe Carrera, coincide con Sánchez en que las reservas se hacen «nada más terminar la Feria. Si tuviera que ponerle una nota, del uno al diez, FENAVIN se llevaría un 20: es una feria que tenemos que mimar, porque es el momento mágico que disfruta la hostelería durante el año, porque, además, el tipo de cliente es muy especial, un cliente de negocio, extremadamente exigente». Para Carrera, los beneficios para la ciudad y la provincia son «máximos», y de muy distinta índole: «A nivel de imagen las repercusiones son muy positivas», asegura.
En el hotel Paraíso, muy próximo al recinto ferial, tiene también un cien por cien de ocupación para esas fechas, especialmente de compradores internacionales, sobre todo japoneses.
También cuelga el cartel de «Completo» para esas fechas el hotel Alfonso X, la mitad de esas reservas realizadas con un año de antelación, como asegura Luis Gámiz, su director, que coincide en que el impacto sobre la ciudad y la provincia de la actividad de estas fechas «es muy importante».
Más allá de la capital
En Puertollano, el hotel Verona, también detecta mucho más movimiento, como señala José Luis Trujillo, responsable de Recepción, y espacios como el Parador de Almagro registran un lleno total, «lo habitual cada año con FENAVIN y con España Original», como explica Ángel Fernández, del equipo de Recepción de este mítico espacio. «La ocupación es mayor que en el Festival de Almagro, incluso, sólo que el Festival dura varias semanas y la Feria unos días: ya nos gustaría que durase más», asegura.
Para Nemesio de Lara, presidente de FENAVIN, «es claro el impacto de la Feria sobre la actividad económica de la provincia, y no sólo en el sector bodeguero, sino también para el comercio y en el sector hostelero». En este sentido, coincide con Teófilo Arribas al señalar que, «durante esas fechas hay que mostrar nuestra mejor cara, trabajando con la mirada puesta en el futuro, en la gran posibilidad de que ese empresario vuelva con su familia, que lo comunique a sus amigos. En definitiva, FENAVIN es un valor seguro que influye en dar a conocer la buena imagen de Ciudad Real en todo el mundo».