El director de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, reconoce que el vino ha sido un elemento lúdico presente en todas las creencias, y que ha fomentado la colaboración artística y el bienestar social
Como inagotables son las virtudes del vino y su consumo moderado también lo son las pedagogías que han influido en las maneras y el comportamiento de las sociedades en diferentes etapas de la historia. «En cada época, el vino se adapta a los movimientos, inquietudes y gustos de una sociedad en concreto hasta el punto de que no se puede concebir un acontecimiento sin que el vino esté presente». Son palabras del director de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, José López Martínez, que desarrollará la ponencia ‘Las inagotables pedagogías del vino’ el día 7 de mayo en FENAVIN, a las 18 horas, en el Aula Empresas.
En su conferencia, López Martínez explicará la presencia del vino como elemento lúdico en todas las creencias, fuente de colaboración artística y de bienestar social. Documentará dichas pedagogías con aportaciones de filósofos y poetas de la antigüedad y del mundo moderno, como el poeta persa Omar Jayam, «el hombre que mejor ha entendido el sentido lúdico, sentimental y humano del vino», subraya.
Para el escritor, la pedagogía más intelectual del vino va incardinada con los movimientos comerciales, sin olvidar la sociología del vino, el aspecto económico que supone para una sociedad en una época, «como por ejemplo las tierras manchegas en las que las economías de sus pueblos dependen en gran parte del vino». Y es que, en su opinión, la cultura y la comercialización se retroalimentan la una a la otra.
Internet, importante y necesario
López Martínez, que también se considera un incansable viajero por los cinco continentes, advierte que el vino en el mundo, salvo en las regiones islámicas, es el regalo más sugestivo en cualquier fiesta, cuidado con mimo en los manteles de cualquier celebración o recepción. Incluso en las embajadas de países árabes u Oriente Medio, añade, el vino está presente cuando se termina el acto protocolario y se pasa a otras dependencias.
FENAVIN es, a su juicio, el lugar idóneo para que los escritores aporten las orientaciones precisas sobre un consumo moderado del vino, «se puede celebrar todo lo que se quiera celebrar con vino y resultar maravilloso». Por otro lado, valora la celebración de una Feria «fundamental para la buena marcha del negocio del sector».
José López Martínez advierte que, en el caso de los jóvenes, aplicaría la pedagogía de los buenos bebedores, «cuando era joven y se trataba bien al vino, se bebía como se debía». Recuerda en este sentido en los años 40 cuando él, acompañado de otros insignes poetas y escritores como Juan Alcaide, Ángel Crespo y Gregorio Prieto, acudían a los cercados de Valdepeñas y en torno a un lebrillo de vino iban diciendo bellos poemas y pasando un vaso de vino, «el vaso pasa y pesa», decía Juan Alcaide. «El vino, los versos y la amistad producían un clima festivo, saludable y maravilloso», comenta López.
Por último, considera que la pedagogía de internet es importante y necesaria, «la Red acapara todo, es un medio tan útil que todo lo que pasa por ahí arraiga y se desarrolla inmediatamente», por ello opina que no es solo importante difundir los valores del vino y la comercialización, sino patrocinar y fomentar esa cultura.