La Sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) ha dictado una sentencia de apelación por la que declara la nulidad del veredicto dictado el pasado mes de abril por un jurado popular en el que se absolvía a B.C.R., un médico del hospital Virgen de Altagracia de Manzanares (Ciudad Real), de un delito de omisión del deber de socorro por no salir del centro para auxiliar el 12 de febrero de 2008 a un joven que terminó falleciendo a las puertas del centro hospitalario.
Según la sentencia recogida por Europa Press, tanto la acusación particular como la fiscalía interpusieron sendos recursos solicitando la anulación de la sentencia dictada en base al veredicto, unos recursos que el TSJCM ha estimado de forma parcial, por lo que un nuevo jurado, presidido por un nuevo magistrado, tendrá que volver a enjuiciar el caso.
Aunque la Sala de lo Civil y lo Penal del TSJCM desestima el argumento de la acusación particular de que se habría producido un quebrantamiento de las normas y garantías procesales, si estima que el veredicto no estuvo suficientemente motivado, como defendió la Fiscalía en su recurso, lo que supone una vulneración del derecho de tutela judicial efectiva.
«Las razones aducidas por el Jurado en el acta de votación del veredicto incurren en una manifiesta insuficiencia, además de resultar arbitrarias y no responder a las cuestiones o hechos propuestos en el mismo por el Magistrado Presidente», señala la sentencia de apelación.
Entre los hechos que considera que no se justificaron, señala que el jurado no considerara probado que el médico se negó a salir de Urgencias tras requerírselo la Guardia Civil y la Policía Local, además de que tampoco permitió que los camilleros del centro salieran para trasladar al paciente a Urgencias.
Según el fallo del TSJCM, el jurado no argumentó esta decisión pese a que las pruebas objetivas incluyeron las declaraciones del propio acusado, Guardia Civil, Policía Local, celadores, médico de guardia, trabajadores de seguridad del hospital y las grabaciones de las llamadas al 112 en las que reconocía que le avisaron pero no salía porque «no podía abandonar el servicio».
Con estas pruebas, «y de forma completamente sorpresiva», señala el Alto Tribunal castellano-manchego, el jurado consideró –con 6 votos a favor y 3 en contra– que «no está probado porque ningún personal sanitario en sus declaraciones demostró haber visto ni mantenido conversación alguna con un policía local».
Además, el TSJCM cree que el veredicto es incongruente porque, aunque sostiene que no queda probado que el médico se negara a salir, sí lo reconoce implícitamente al señalar que «no se negó en ningún momento a recibir al enfermo en Urgencias».
«En definitiva, se trata de explicaciones que desvían la cuestión o cuestiones fácticas por las que se preguntaba al Jurado, y ello tras considerar no probados hechos que son relevantes de acuerdo con la postura o pretensiones procesales articuladas, lesionando el derecho del Ministerio Fiscal a una respuesta motivada acorde al derecho de tutela judicial que también le asiste, y más en un proceso en el que no es dado al Tribunal de apelación revisar la valoración de la prueba llevada a cabo por el Jurado», indica la sentencia de apelación.
Por estos motivos, el TSJCM declara la nulidad de la sentencia dictada «por el Magistrado Presidente de la Audiencia Provincial de Ciudad Real en el presente proceso por Jurado de fecha 23 de Abril de 2013 y también declarando la nulidad del veredicto por defectos en su motivación y contradicciones en sus pronunciamientos, devolviendo la causa a la Audiencia para la celebración de nuevo juicio con nuevo Jurado y nuevo Magistrado Presidente».
HECHOS
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 12 de febrero de 2008, cuando la víctima, C.M.A.M, comenzó a sentirse mal y decidió acudir en su vehículo al hospital Virgen de Altagracia de Manzanares, acompañado de su pareja, que se encontraba en estado avanzado de gestación.
Casi llegando al centro hospitalario, el joven perdió el conocimiento y colisionó contra otro turismo que estaba aparcado. Cuando llegaron los agentes de la Guardia Civil y la Policía Local requirieron a B.C.R para que saliera del hospital a atender al paciente, pero se negó alegando que no podía abandonar al servicio. Finalmente, el joven murió pasadas las tres de la madrugada a las puertas del hospital.