La Mesa de las Cortes de Castilla-La Mancha ha rechazado la comparecencia de la presidenta regional, María Dolores de Cospedal, para explicar el caso Bárcenas en el Parlamento autonómico argumentando que «ya ha dado las explicaciones pertinentes» en sede parlamentaria durante el último pleno y porque se trata de un asunto que no se encuentra dentro del ámbito de la acción del Gobierno, mientras que el PSOE ha lamentado esta decisión de la mayoría ‘popular’ y ha insistido en que si la jefa del Ejecutivo autonómico no comparece es porque «algo teme».
Así se han explicado en declaraciones a los medios en sendas ruedas de prensa tras la reunión de la Mesa de las Cortes la secretaria primera de la Mesa y diputada regional del PP, Inmaculada López, y la secretaria segunda de la Mesa y diputada regional socialista, Blanca Fernández.
Inmaculada López ha detallado que las Cortes han estimado que Cospedal ya ha dado «explicaciones pertinentes» en sede parlamentaria «desmontando las mentiras y las calumnias hechas por una persona que está en prisión», además de que ya anunció acciones judiciales contra el extesorero ‘popular’.
La secretara primera de la Mesa de las Cortes ha indicado igualmente que el Parlamento regional ha estimado que la petición del PSOE para que Cospedal compareciera sobre el caso Bárcenas es una cuestión «ajena» a la acción del Gobierno basándose en «múltiples» antecedentes como cuando el expresidente regional José María Barreda no compareció para dar explicaciones sobre la intervención de CCM a petición del PP.
Por su parte, Blanca Fernández ha dicho que los argumentos de la mayoría ‘popular’ en las Cortes «son muy débiles y no justifican la no comparecencia de Cospedal, ya que no ha explicado dónde constan en la contabilidad del PP regional la supuesta comisión de 200.000 euros que recibió este partido.
En este sentido, ha dicho que se trata de una «falta de respeto a la inteligencia de los ciudadanos», al igual que el argumento de que se trata de un asunto «ajeno» a la acción del Gobierno, sobre lo que ha señalado que es un argumento intelectual «que deja mucho que desear».
