Castilla-La Mancha cuenta con 36 zonas de baño autorizadas, «una amplia red de playas y zonas de baño de interior integradas en las demarcaciones hidrográficas del Júcar, Tajo, Guadiana y Guadalquivir», tal y como ha valorado el consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz.
De las 36 zonas, solo dos no son aptas ya que, tal y como ha asegurado el titular de Sanidad, «en estos momentos, el baño no está permitido en el Embalse del Rosarito y en el río Alberche, a su paso por Escalona, ambos en la provincia de Toledo», ha asegurado.
Además, el titular de Sanidad ha recordado a los usuarios que «en estos espacios recreativos, es imprescindible mantener prácticas correctas de baño, así como concienciar y sensibilizar en el mantenimiento de todos estos puntos para que todos podamos disfrutarlos con salud y seguridad», ha informado la Junta en nota de prensa.
La vigilancia de las zonas de baño está basada fundamentalmente en la inspección, la toma de muestras, el análisis de las aguas y la calificación de las mismas siguiendo la normativa nacional y europea.
«En verano, cada 15 días se hace un informe sobre la calidad de las aguas de baño. Como resultado de la labor de prevención se han mejorado sustancialmente las condiciones higiénico-sanitarias de estas zonas en nuestra comunidad autónoma», ha añadido Echániz.
ANÁLISIS DEL AGUA
Las muestras de agua se han analizado para determinar los parámetros exigidos por la normativa vigente como los microbiológicos, biológicos, transparencia, color, aceites minerales, presencia de espumas persistentes y sólidos flotantes.
Echániz ha animado a los viajeros a darse un chapuzón en agua dulce: «Castilla-La Mancha cuenta con una gran variedad de embalses, ríos y lagunas aptos para el baño. Las playas continentales son una buena alternativa para aquellos turistas que buscan una oferta distinta, al tradicional y masificado turismo de otras zonas».
La calidad de las aguas en Castilla-La Mancha puede consultarse en el Sistema de Información Nacional de Aguas de Baño (NAYADE), http://nayade.msc.es/Splayas/home.html. Asimismo, la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales recuerda que los ayuntamientos son los responsables de mantener las condiciones de limpieza y salubridad, colocar carteles informativos y vigilar los posibles vertidos.
ZONAS DE BAÑO POR PROVINCIAS
Las zonas de baño autorizadas corresponden a 23 municipios, y se distribuyen por provincias: 8 en Albacete, 7 en Ciudad Real, 7 en Cuenca, 8 en Guadalajara y 6 en Toledo.
En Ciudad Real hay siete zonas aptas para el baño: tres zonas en el Río Bullaque (Piedrabuena), una en el Pantano de Carboneras (Brazatortas) y en el Parque Natural de Las Lagunas de Ruidera, la laguna del Rey, Entrelagos y la Morenilla.
En la provincia de Toledo contamos con tres zonas de baño en las Lagunas de Villafranca de los Caballeros y una en el Embalse de Cazalegas. No son aptas para el baño el Embalse de Rosarito por la aparición de cianobacterias y el río Alberche de Escalona, que presenta en el momento actual una contaminación microbiana.
De las siete zonas de baño vigiladas de la provincia de Cuenca, hasta el momento todas están calificadas como aptas para el baño: Embalse de Buendía, con dos zonas de baño, Río Guadiela (Albendea), Laguna del Tobar (Beteta), Río Escabas (Cañamares), Embalse de la Toba (Cuenca) y Río Cuervo (Santa María del Val).
En Guadalajara, el Programa recoge un total de ocho zonas aptas: dos en el Río Tajo (Trillo y Zaorejas), tres en el Embalse de Entrepeñas (Alocén, Durón y Pareja), Río Tajuña (Abánades), Embalse de Alcorlo (La Toba) y Embalse de Palmaces de Jadraque.
En Albacete se controlan 6 zonas de baño, cinco corresponden a las Lagunas del municipio de Ossa de Montiel, dentro del Parque de las Lagunas del Ruidera y una en el Río Júcar (Alcalá del Jucar). Todas ellas aptas para la práctica del baño.
La Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales vigila estas zonas de baño para que los castellano-manchegos puedan disfrutar del turismo rural, de la naturaleza y de parajes tranquilos de una extraordinaria belleza, sin renunciar a la toalla, al sol y a un buen baño refrescante.