El Hospital General de Tomelloso (Ciudad Real), dependiente del Gobierno de Castilla-La Mancha, va a poner en marcha una campaña informativa en la que apela a la responsabilidad del paciente en el cuidado de su salud.
La iniciativa, que comienza este mes de octubre, consiste en aportar al paciente la información necesaria para mejorar su estilo de vida y prevenir posibles enfermedades, mediante el asesoramiento de los profesionales sanitarios y el papel activo del usuario, ha informado la Junta en nota de prensa.
Entre los parámetros básicos que se aconsejan al paciente está evitar factores de riesgo que puedan favorecer el desarrollo de patologías graves como son el consumo de tabaco y alcohol, una mala alimentación, la obesidad o los hábitos sedentarios.
Para ello, el Hospital General de Tomelloso ofrece el apoyo de los profesionales de los servicios de Nutrición y Dietética, Medicina Preventiva, o la ayuda del trabajador social del centro, entre un nutrido grupo de especialistas que trabajan para mejorar su salud y su bienestar.
IMPORTANCIA DE LA ATENCIÓN PRIMARIA
Asimismo, el punto de Atención al Usuario se encarga de concienciar al paciente de la necesidad de que se responsabilice de mantener su tratamiento según las indicaciones del facultativo y hacer uso de los recursos sanitarios de forma adecuada en caso de que fuera necesario.
La asistencia primera debe hacerse en los centros de salud correspondientes, donde cada médico valora el estado de sus pacientes y cuenta, en segunda instancia, con los profesionales de la atención especializada.
La campaña de concienciación pretende alcanzar un mayor aprovechamiento de los recursos sanitarios que implicarán a corto plazo la reducción de los tiempos de espera.
Con este objetivo, se intenta concienciar a los usuarios de la importancia de acudir a las citas en el momento concertado o anularlas previamente en caso de que no fuera posible asistir.
HÁBITOS SALUDABLES
Esta campaña de prevención pretende seguir la línea marcada por los modelos de análisis de salud, mediante los cuales se ha comprobado que los sistemas de cuidados contribuyen a reducir la mortalidad un 12 por ciento, mientras que los estilos de vida lo hacen en un 43 por ciento. El porcentaje se completa con el 19% del entorno y un 27 por ciento con la biología humana.
