Y es que la cuesta de enero es menos cuesta cuando, después de todo el derroche de los «Reyes Magos de Oriente», puedes adquirir tus prendas y artículos favoritos con un descuento que no te encuentras a lo largo del año. Lluvias de precios que quitan el sentido pero que resienten la cartera y la tarjeta, ojos inyectados en sangre buscando eso que tanto querías y que ahora es asequible para el bolsillo o personas saliendo con más bolsas que dedos tienen en la mano al grito de «ale, pues hasta las próximas rebajas».
Las rebajas han llegado para quedarse hasta finales de febrero. Descuentos y más descuentos en aquellas cosas que no se podían permitir en navidad y que gracias a lo ahorrado durante los últimos meses de 2017 harán que la vuelta a la rutina, al día a día del trabajo o el retorno a los estudios sea menos cruel y lo podamos afrontar con una sonrisa de oreja a oreja. Y es que algo tienen las rebajas, época del año donde se respira un ambiente más navideño que en la propia navidad. Aún no se han quitado los adornos de navidad y las tiendas parecen más llenas que en anteriores fechas.
Así es, esto ya ha empezado. Se espera que las ventas por online se disparen en las próximas semanas y que los grandes centros comerciales, así como las tiendas, se conviertan en una carrera de fondo donde solo los más rápidos y rápidas tendrán esas recompensas, previo pago reducido, de los artículos que todo el mundo está esperando y que se agotan con solo mirarlos.
