Etiqueta: taximetro
Saquitos de tierra, por Pedro Muñoz Plaza
Se sentía como Paco Martinez Soria en "La ciudad no es para mí": solo, descolocado, extraño... Por suerte, solo se quedaría tres días. Pasó a una de las pensiones que abundaban en la zona y allí encontró habitación. Fue al tomarle la filiación, al ver su procedencia, cuando el dueño le dijo que por sistema no admitía inquilinos de su pueblo.
El trabajo dignifica, por Pedro Muñoz Plaza
El trabajo dignifica. Debe ser por eso por lo que algunos se empeñan en que lo hagamos gratis. Debe ser que cobrar un salario digno por nuestro trabajo no dignifica
Sombras por todas partes (II), por Pedro Muñoz Plaza
Un bebé llora tras la ventana. La casa está vacía desde hace años, pero acaba de oír el llanto de un bebé. El sonido viene del que un día fue dormitorio de sus suegros.
Sombras por todas partes (1), por Pedro Muñoz Plaza
Hoy, por fin, ha puesto un pié en la calle. Después de treinta y cinco días, ha abierto la puerta y se ha puesto a caminar. No va a ninguna parte, solo camina
Reflexiones de un culo a un sofá pegado, por Pedro Muñoz Plaza
Directores generales, secretarios o ex secretarios de estado (o de otros menesteres), ministros, diputados, redactores jefe, consejeros delegados, periodistas afines y críticos, políticos de todos los colores y cargos, sesudos tertulianos...
Todo cabía en sus bolsillos, por Pedro Muñoz Plaza
En otro tiempo, cuando era más joven, se arreglaba sin nada; todo cabía en los bolsillos de sus pantalones, incluso sus manos.
Reproches, reproches, reproches, por Pedro Muñoz Plaza
Todos nos aferramos a las esperanzas que nos dan, oímos lo que queremos oír
Dos abriles de taxi, por Pedro Muñoz Plaza
Han sido dos años intensos, de lucha, de sinsabores y alegrías, de aprendizaje lleno de entusiasmo y de frustración por las cosas que no han sido como esperábamos. Pero sobre todo han sido dos años apasionantes
Poderoso caballero es don Dinero, por Pedro Muñoz Plaza
Le da la risa nerviosa cada vez que le hablan de los chinos, de la globalización, de que tenemos que cambiar el chip si queremos ser alguien en un mundo cada vez más competitivo, más globalizado. Una risa extraña, en la que se le tuerce el gesto y un tic le sube al ojo izquierdo
De la zaranda al paro, del paro a…, por Pedro Muñoz Plaza
Julián comenzó en la zaranda cuando solo contaba con doce años, en enero cumple cincuenta y seis. Nunca antes había estado parado. En los últimos cuatro años a trabajado diez meses salteados en periodos que van de quince días hasta un máximo de mes y medio. Desde agosto nada.