Etiqueta: gasolinero
Historias de perros, por F. Navarro
La perra es color canela, o más claro, de una raza indefinida que parecía labradora cuando llegó; sólo le falta hablar. Se llama Reina y hace honor a su nombre. Conoce todas las técnicas para conseguir sus deseos y las aplica inapelablemente
Montesinos, por F. Navarro
La ficción se confunde con la realidad y más cuando hay cuartos de por medio
Comprando en los chinos, por F. Navarro
La tarde de un sábado veraniego, bochornoso, con el aturdimiento y el odio a todo el género humano propio de la media hora de siesta anterior, dedicada a reparaciones domésticas. Hay cosas peores… O no
Francisco Navarro, el hombre tranquilo. Por Manuel Buendía
Francisco Navarro es un cruce perfecto entre un escritor decimonónico, de aquellos a los que les “dolía España”, y un campesino manchego, tranquilo y con sorna.
Las artes marciales las carga el diablo, por F. Navarro
Siempre íbamos a los futbolines de la plaza. Había otros, tal vez mejores, pero aquellos eran los nuestros. Los días de colegio a las cinco y media de la tarde ya estábamos allí metidos, jugando si había dinero, o mirando, en caso contrario
La muerte de Ambrosio Rondilla, por F. Navarro
Ha muerto don Ambrosio Rondilla «industrial vinatero y poeta» según la elocuente necrológica que en «El Heraldo de la llanura» ha escrito Práxedes Muñoz Expósito, de cuarenta y dos años, natural de Manzanares, vecino de Tomelloso, soltero, acomplejado, con eterno olor a naftalina, frente descubierta y documento nacional de identidad setenta millones etcétera.
«El insigne vate Rondilla ha muerto rodeado por el calor de los suyos y reconfortado con los auxilios espirituales proporcionados por don José Padilla, párroco titular de La Asunción de Nuestra Señora y arcipreste de La Mancha Este, a la sazón» abunda Muñoz, el plumilla, en el...
Magia, por F. Navarro
Mediaba septiembre y todavía hacía calor. Aún usaban como salita el patio cubierto, pieza más fresca que la titular
El ultimátum de la abuela, por F. Navarro
Ninguna de las dictaduras del siglo XX consiguió acabar con el carnaval ni la prostitución en Tomelloso. Esta se realizaba (realiza) siempre en casas para tal fin
Los Santos, por F. Navarro
En los Santos la gente estrena abrigo, come castañas, prende la calefacción y visita el cementerio
Seis de brumario, por F. Navarro
Uno —modestamente, como no podría ser de otra manera—, viene insistiendo desde hace tiempo de lo perjudicial que es la caída de la pámpana para la materia gris