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Tomelloso
viernes, 29 marzo

Paisajes de la destilación

chimenea

Diego Peris Sánchez –  Lanza

Tomelloso ha tenido una especial relación con la destilación del vino lo que ha producido instalaciones singulares que conforman, en una importante medida, el paisaje urbano de la ciudad.

El brandy, bebida alcohólica procedente de la destilación de vinos que posteriormente envejecerá en roble, aparece en la segunda mitad del siglo XIX.  Los primeros aguardientes destinados al consumo se conocieron como «agua de vida» (eau-de-vie), dado lo peculiar de sus características en comparación con las bebidas hasta entonces conocidas. Al florecer el comercio de vinos entre los países mediterráneos y los del norte de Europa, la destilación alcanza ya volúmenes importantes.  Para conservar los vinos en buenas condiciones durante el tiempo de las largas travesías, se añadía, a estos, alcohol procedente de vinos destilados.  También se vendían aguardientes a aquellos países no productores de vino que fabricaban bebidas de alta graduación utilizando como base las holandas, alcoholes finos procedentes de la destilación de vino.  La holanda es un aguardiente que tenía como destino, originariamente, su exportación a los Países Bajos.  También, la palabra brandy tiene su origen en la expresión holandesa «brandewijn», cuyo significado es «vino quemado», y que los británicos por razones eufónicas dejarían en el término que conocemos hoy día.

Las chimeneas.

Los sistemas iniciales de destilación del vino requerían grandes chimeneas situadas junto a las torres de destilación que servían para dar salida al humo de las calderas de carbón o leña que suministraban el calor necesario para el proceso. La altura de las chimeneas permitía la salida del humo sin necesidad de ventiladores ni elementos mecánicos por lo que eran necesarias alturas importantes superiores a los 20 metros. Las de menor altura servían para procesos secundarios o pequeños aparatos que también producían holandas.

En la mitad del siglo pasado había en Tomelloso 60 destilerías y hasta 100 chimeneas. En la actualidad existen en funcionamiento siete grandes industrias dedicadas a la destilación de vino y aún se conservan cuarenta chimeneas, al menos la mitad de ellas son altas y en buen estado de conservación gracias a estar protegidas por disposición municipal. Algunas de ellas han quedado aisladas en espacios públicos como hitos de las antiguas instalaciones. El empleo de nuevas tecnologías, especialmente a partir de 1970, ha hecho que las chimeneas de ladrillo queden fuera de uso pero como testigos de una actividad importante que continúa presente en la ciudad de Tomelloso.

La construcción de las chimeneas con alturas superiores a los 20 metros se reservaba a maestros altamente especializados, pues además de su función evacuadora de humo, eran los elementos más visibles y emblemáticos de la destilería. El material utilizado era ladrillo de la mejor calidad posible y un mortero especial hecho de arena, cal y cemento, debido a las altas temperaturas que soportaban estas torres. El diseño exterior de la torre se va haciendo más estrecho conforme va ganando altura, lo cual se conseguía mediante una herramienta especial denominada tabla-plomo, con la cual conseguían que se elevase recta hacia el cielo y que cada una de las caras cerrase 2,5 centímetros perdiendo así la chimenea en total 5 centímetros de anchura cada metro de elevación. La construcción de estas torres se hacía por el interior sin andamiaje externo y requería oficiales cualificados. Se forman especialistas en su construcción que depuran su técnica e introducen novedades en la elaboración de las mismas, con diferentes ornamentaciones y acabados que van particularizando cada una de ellas. La familia valenciana de los Goig, especialmente José Goig Lorente, realiza diversos trabajos en la ciudad. La familia de los Jareño, naturales de Tomelloso, especialmente Antonio Jareño padre e hijo y Cirilo Jareño son otros de los realizadores de muchas de estas chimeneas. Los elementos de acabado de la parte superior son especialmente cuidados, con la introducción de elementos salientes, usos de ladrillos de diferentes tonalidades, y formas singulares.

Chimeneas singulares y el perfil de la ciudad.

 La torre de las bodegas Domecq corresponde a una bodega creada en 1870 construida en el borde de la ciudad en aquel momento. Una chimenea construida en 1950 por el equipo valenciano dirigido por José Goig Lorente. Tiene planta octogonal y 35 metros de altura y resalta su forma poligonal con la utilización de ladrillos de color rojo más intenso en las esquinas. La coronación se abre ligeramente con una doble cornisa que separa los dos elementos de remate de la chimenea. En la actualidad está aislada en una zona urbana cerca del Museo López Torres. La chimenea de Casajuana estaba en una de las dos destilerías que tuvo la familia Casajuana en Tomelloso. Son dos chimeneas de planta octogonal con la decoración de ladrillos rojos en las esquinas que parten desde su base. Tiene 35 metros de altura la mayor y fue construida por José Goig en 1942 y 18,5 la pequeña que fue construida por Antonio Jareño en 1951. Tienen un cuerpo inferior con puerta de acceso para poder controlar el interior de la misma. La doble cornisa superior remata un primer cuerpo con decoración que se ensancha en su centro y un cuerpo que se estrecha en la salida superior. La familia Jareño realizó una obra ejemplar en la chimenea de la bodega de Antonio Fábregas construida en 1964.

La chimenea de la Familia Torres estaba en la destilería de la Avenida Virgen de las Viñas y se construyó en el año 1944 por el maestro valenciano José Goig Lorente. La chimenea de Empe se levantó en 1964 por Antonio Jareño (padre) y es de planta cuadrada. Estas chimeneas eran, normalmente, las de quemadores para la producción de holandas y aguardientes. Hay en Tomelloso unas veinte de estas características con altura entre 8 y 20 metros. Las más antiguas de la ciudad son las más sencillas que se construyeron en 1820 aproximadamente. La chimenea de la empresa Empe S.A. tiene 27,70 metros de altura y tiene curiosos adornos en el remate final superior con un adorno en forma de cruz. La chimenea de las bodegas Espinosa, que estuvieron situadas en la actual calle Julián Besteiro, se realizó en 1950 por José Goig Lorente. La chimenea tenía originariamente 25 metros de altura que se redujo a los 22 actuales en unas reparaciones realizadas por Antonio Jareño Herreros en 1992. Actualmente la chimenea está aislada en una urbanización de la zona. La chimenea de Eugenio Navarro es una construcción reciente de nueva planta ejecutada en 1985 por Antonio Jareño Herreros. Gracia López Patiño  ha desarrollado su excelente tesis doctoral sobre las chimeneas de ladrillo, realizadas en esta zona por oficiales procedentes de la zona valenciana.

La conservación del importante patrimonio de estas instalaciones de destilación repartidas por toda la ciudad define un perfil general de la misma en la que la presencia de las chimeneas configura de forma característica la imagen urbana de Tomelloso. Un paisaje singular en el que estos elementos, ya fuera de uso, recuerdan la actividad, que permanece, con otras tecnologías, en el conjunto urbano.

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