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sábado, 20 abril

La Casa de la Cultura acoge “Activos y visibles”, primeras jornadas del mayor de AFAS

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La Asociación de Familiares y Amigos de Personas con Discapacidad (AFAS) llevó a cabo este jueves la I Jornada del Mayor “Activos y Visibles”. La actividad consistió un curso de voluntariado dirigido a Personas Mayores para favorecer el “envejecimiento activo” de la persona mayor con discapacidad.

La I Jornada del Mayor tuvo varios módulos en los que se explicaron el envejecimiento activo, los derechos y deberes del voluntario, intereses compartidos de las personas mayores y un ejemplo de musicoterapia. Los participantes en la Jornada recibirán Certificado de Plena Inclusión CLM.

Raquel Tinajo, coordinadora del Servicio de Mayores de AFAS, explicó en los prolegómenos del acto que la iniciativa se lleva a los diez años de implantar el servicio en la asociación, que nació luchar por las necesidades e intereses de las personas mayores. El servicio, explicó la coordinadora, ya cuenta con personal para desarrollar los diferentes programas asistenciales y terapéuticos que tiene en marcha, pero quiere seguir haciendo aún más hincapié en la importancia del voluntariado, no solo en materia de acompañamiento en las salidas que hacen los usuarios, sino también buscando su implicación en los servicios del Centro de Día que la asociación presta a mayores de 45 años.

A través del llamado apoyo natural, en AFAS se pretende que los mayores con discapacidad cuenten no solo con el vínculo con los monitores, terapeutas o cuidadores, dijo Tinajo, sino también de las personas que viven en comunidad. Por ello buscan que los mayores con discapacidad, que hasta ahora disfrutan de su ocio de forma grupal, bajo la atención de una monitora de referencia, puedan hacerlo también de manera individual en compañía de voluntarios con los que compartan edad, gustos e intereses.

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Por su parte, el coordinador de Ocio, Deporte y Voluntariado de AFAS, Luis Ballesteros, manifestó que los mayores con discapacidad no tienen las mismas oportunidades que las personas mayores sin discapacidad. Así, explicó que los primeros se jubilan con 45 años y los segundos con 65, por tanto, una persona con discapacidad que ya está jubilada no puede ir a un centro de mayores o participar en sus talleres por culpa de la edad

Ballesteros incidió en que las personas con discapacidad envejecen antes y no tienen la longevidad de las personas sin discapacidad, porque la medicación es muy agresiva y la calidad de vida es menor, por lo que necesitan el apoyo de la administración.

La concejala del área de Servicios Sociales, Ana Isabel Valentín, recogió la petición de Ballesteros, mostrando la disposición del Ayuntamiento para colaborar AFAS en equiparar a las personas con discapacidad mayores de 45 años con las mayores de 65 sin discapacidad, en el acceso a los servicios que se prestan desde el Consistorio y las actividades que organizan, teniendo en cuenta que según la ley, la edad de jubilación de una persona con discapacidad es 45 años.

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