Tomelloso vivió este domingo su tradicional procesión del Corpus Christi, una cita destacada en el calendario religioso local. El cortejo partió desde la parroquia de La Asunción de Nuestra Señora y finalizó en la parroquia de La Sagrada Familia, atravesando la calle Doña Crisanta, este año sin alfombras de serrín ni altares durante el recorrido.
Abrieron la procesión todas las hermandades de Tomelloso, portando sus estandartes, seguidas por los niños y niñas que este año han recibido la Primera Comunión.
Detrás, la custodia con el Santísimo Sacramento avanzó acompañada por los sacerdotes de diferentes parroquias de la ciudad, la banda de música de Santa Cecilia, así como por autoridades municipales. La participación fue numerosa.
Sin embargo, como aspecto negativo, cabe señalar la presencia excesiva de padres y familiares alrededor de los niños de comunión, lo que dificultó que estos pudieran ser verdaderamente visibles como parte central de la procesión, junto al Santísimo. Su constante movimiento y cercanía al cortejo deslucieron en parte el orden previsto para el acto, así como asistentes cruzando de un lado a otro de la calle en una total falta de respeto hacia la procesión.
