El presidente de la cooperativa Virgen de las Viñas de Tomelloso, Rafael Torres, ha ingresado este viernes como Consejero de Honor del Instituto de Estudios Manchegos, en un acto celebrado en el salón de Plenos de la Diputación de Ciudad Real. Un reconocimiento, según destacó la vicepresidenta segunda de la institución provincial, Sonia González, a «una trayectoria que encarna valores como la defensa del mundo rural, el respeto a la tradición, la apuesta por la innovación y, sobre todo, el orgullo de ser manchegos».
Durante su intervención, González puso en valor el compromiso de Torres con La Mancha, resaltando «el impulso que ha dado a nuestro territorio desde el sector vitivinícola», y su labor al frente de Virgen de las Viñas, «convertida en la mayor cooperativa vitivinícola de Europa». La vicepresidenta subrayó además «su mirada visionaria al unir cultura y agricultura como motor de desarrollo de la comarca», señalando que su trayectoria «nos anima a defender nuestras raíces y a entender la cultura, la economía y el territorio como un todo».
El encargado de pronunciar la laudatio fue el profesor de Historia de la UCLM y expresidente de la Junta de Comunidades, José María Barreda, quien destacó cómo Rafael Torres «ha sabido maridar la cultura del campo y la del espíritu», recordando su impulso al Certamen Cultural Virgen de las Viñas y al Museo Infanta Elena de Arte Contemporáneo.
En su discurso de ingreso, titulado De Mesopotamia a Tomelloso: la larga historia de la vid y la esencia de La Mancha, Torres recorrió la historia milenaria del cultivo de la vid, desde sus orígenes hasta la actualidad, poniendo de relieve el papel de Tomelloso como «corazón de La Mancha y pueblo que más vino produce de España». El presidente de Virgen de las Viñas destacó el trabajo de los agricultores de su localidad, «su delicadeza y solemnidad al tratar la vid», y la evolución de la viticultura local, que ha convertido a Tomelloso en un referente nacional.
“El vino sigue acompañando la historia del hombre”, afirmó Torres, quien reivindicó el vino como «una auténtica obra de arte, una muestra de lo que la inteligencia y el esfuerzo del hombre puede hacer con los frutos de la naturaleza».
El acto contó con la presencia de numerosos representantes institucionales, entre ellos la viceconsejera de Cultura y Deportes, Carmen Teresa Olmedo; el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares; y el concejal de Cultura, Pedro Lozano, entre otros.