Tomelloso se llena de capas, armaduras, incienso, jamones asados y mucha sorna en una nuevo entrega de Tomelloso Opina, grabada en el Mercado Medieval con motivo del Día de Castilla-La Mancha (del 30 y 31 de mayo y 1 de junio). Y si algo está claro es que, entre aromas a vainilla, joyas de fantasía y Playmobils de época, el espíritu manchego sigue muy vivo… y con sentido del humor.
¿Orgullo manchego? “Del 1 al 10, un infinito”
La mayoría de los vecinos entrevistados no dudaron en mostrarse orgullosos de ser manchegos. Miguel lo resumía sin titubeos: “Del 1 al 10, yo me siento manchego de todos los números que haya. Infinito”. A su lado, Alonso, más distraído con las armaduras que con la historia, admitía que el mercado está “muy ambientado”, aunque aún no ha visto “ni peste ni lepra”, lo que le hace dudar de su rigor histórico.
Las joyas de la corona (literalmente)
Entre inciensos, amuletos, pócimas y ASMR medieval improvisado, también hubo espacio para hablar de gustos personales. María, por ejemplo, se confesó fan del tarot y de los anillos, aunque se le escapó la oportunidad de mencionar “la joya de la corona”. Lo compensó su compañero Pedro, vendedor de monigotes, que defendía con pasión la fiebre eterna por los Lego, Playmobil y personajes de anime y fantasía: “Naruto, Zelda, Star Wars… esto nunca pasa de moda”.
Gastronomía y tradiciones: entre gachas y reatas
Una constante en las entrevistas fue el amor por la gastronomía manchega, con especial devoción por las gachas. “Cuando llueve, ya sabemos qué se come: gachas o atascaburras”, bromeaba uno de los participantes. También hubo espacio para la preocupación por las tradiciones que se están perdiendo, como las reatas o las comidas caseras. “Ahora todo el mundo compra comida hecha, y se están perdiendo las recetas de toda la vida”, lamentaba Carlos.
¿Cuenca fuera de Castilla-La Mancha? Opiniones divididas
El humor manchego brilló en una de las preguntas más polémicas del día: “¿Eliminarías alguna provincia de Castilla-La Mancha?”. La respuesta de Haydee fue clara: “Cuenca me sobra… pero solo un poco”. Otros, como Julián, defendieron la unidad: “Brihuega, Cifuentes… son castellano-manchegos y punto”.
¿Color de armadura? Y, lo más importante, ¿llevarías calcetines?
No faltó la fantasía. Uno de los entrevistados diseñó su armadura ideal: casco rojo, torso negro, botas amarillas… y sin calcetines. “Así, más fresco”, aseguraba, convirtiéndose en el primer “candorro medieval” según Manu Mangas.
El mercado, un éxito entre los vecinos y visitantes
El ambiente fue muy valorado por quienes lo recorrían. Muchos destacaron la música, la ambientación, los trajes y los productos artesanales. Darío, uno de los responsables de un puesto de carne asada al carbón, lo resumía con una sonrisa: “Aquí todo natural, sabor único… y con las manos, como en la época”. Y Noelia lo tenía claro: “Celebrar el Día de Castilla-La Mancha comprando producto manchego y medieval, eso sí que es tradición”.