Con motivo de la reciente celebración de la Semana Santa, y gracias al buen tiempo que ha acompañado a la mayoría de las procesiones en nuestra ciudad, ha sido multitudinaria la presencia de público que se ha agolpado en las calles al paso de las hermandades e imágenes, cumpliendo con sus estaciones penitenciales.
La Semana Santa es fe, es pasión, y también un acto social y familiar. Las puertas de muchos hogares se abren al paso de las procesiones para disfrutar de estos actos litúrgicos, que siempre vienen acompañados de los dulces y platos típicos de estas fechas. Y, cómo no, ¡menudo empacho de bacalao, tortilla, potaje, hojuelas, rosquillos…!
Y ahora, ¡a prepararnos para la Romería!