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domingo, 16 marzo
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¿Cómo favorecer la digestión en caso de deficiencia enzimática?

La carencia de enzimas digestivas es un problema frecuente que puede provocar hinchazón, pesadez abdominal, diarrea o estreñimiento. Esta afección se produce debido a enfermedades pancreáticas, cambios relacionados con la edad, mala alimentación o estrés.

En este artículo, le explicaremos cómo favorecer la digestión y mejorar su calidad de vida cuando tiene una deficiencia enzimática.

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¿Qué son las enzimas digestivas?

Las enzimas digestivas son sustancias biológicamente activas que descomponen los alimentos en componentes más simples para que puedan ser digeridos por el organismo. Cada enzima se encarga de descomponer sustancias específicas:

  • proteasa – descompone las proteínas (proteínas) en aminoácidos, que el cuerpo utiliza para otros procesos metabólicos;
  • amilasa – descompone los hidratos de carbono (glucógeno y almidón) en azúcares simples;
  • lipasa: descompone los lípidos (grasas) en ácidos grasos y glicerol.

Todas estas enzimas se segregan en diferentes partes del tracto gastrointestinal: glándulas salivales, intestino delgado y páncreas. Gracias a las enzimas se produce una digestión completa y eficaz de los alimentos, y también se reduce el riesgo de reacciones alérgicas e intolerancia alimentaria.

Causas y síntomas de la disminución de las enzimas digestivas

Hay una serie de enfermedades y afecciones que pueden afectar negativamente a los niveles de enzimas digestivas. Algunas de las más comunes son las siguientes

  • Edad – la actividad enzimática disminuye con los años, especialmente a partir de los 40-50 años;
  • mala alimentación – el exceso de alimentos procesados, azúcar y comida rápida reduce la secreción de enzimas;
  • enfermedades gastrointestinales – gastritis, pancreatitis, disbacteriosis, síndrome del intestino irritable y otras enfermedades;
  • Trastornos hormonales – enfermedades tiroideas, diabetes y otras patologías endocrinas;
  • falta de bilis – la bilis activa las enzimas pancreáticas, y cuando el hígado o la vesícula biliar funcionan mal, su actividad disminuye.

También afectan negativamente al nivel de enzimas las carencias de vitaminas y minerales, el estrés crónico y el uso frecuente de ciertos medicamentos (especialmente antiácidos, antibióticos y algunos fármacos hormonales).

Acerca de la deficiencia de enzimas digestivas se puede decir si una persona tiene tales signos y síntomas como:

  • pesadez en el estómago después de comer, incluso pequeñas porciones;
  • flatulencia – hinchazón y aumento de la formación de gases;
  • cambios en las heces – diarrea, estreñimiento, restos de alimentos sin digerir en las heces;
  • ardor de estómago y eructos;
  • Intolerancia a determinados alimentos: leche (lactosa), proteínas, grasas, etc.

Atención: la presencia de estos u otros síntomas no constituye una base suficiente para un diagnóstico independiente, sino que indica la necesidad de consultar a un gastroenterólogo.

¿Cómo favorecer la digestión en caso de deficiencia enzimática?

Una nutrición adecuada es la base para mantener una digestión normal en caso de deficiencia enzimática.

En primer lugar, es necesario excluir por completo los alimentos grasos, fritos, picantes y ahumados. También hay que rechazar los alimentos que provocan una mayor formación de gases (por ejemplo, la col y las legumbres), el alcohol y las bebidas gaseosas.

La dieta debe incluir necesariamente alimentos fermentados – por ejemplo, kéfir, yogur, chucrut, y la base de la dieta deben ser platos de fácil digestión.

La dieta debe dividirse en pequeñas porciones, 5-6 veces al día a intervalos regulares. Se recomienda masticar bien los alimentos – esto no sólo facilita el trabajo del tracto gastrointestinal, sino que también contribuye a la correcta producción de la «hormona de la saciedad» leptina.

En caso de deficiencia de enzimas digestivas, el médico puede recomendar métodos populares:

  • infusiones de hierbas – la manzanilla, el hinojo, la menta y otras hierbas pueden reducir la hinchazón y favorecer la digestión;
  • jengibre – estimula la producción de enzimas propias;
  • zumo de aloe vera – puede utilizarse para la inflamación de la mucosa gástrica.

En los casos en que los remedios caseros no sean suficientemente eficaces, pueden utilizarse preparados enzimáticos. Estos remedios contienen lipasa, amilasa y proteasa.

El mercado farmacéutico moderno ofrece una amplia gama de preparados enzimáticos, y entre los más populares cabe destacar Kreon. Este remedio se caracteriza por su gran eficacia, su precio asequible y, además, puede utilizarse en niños.

¡Importante! La dosis y la duración de la toma de Kreon las determina un médico en cada caso concreto.

Torre de Gazate Airén

Esté sano.

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