Luis de la Fuente es una de las grandes sorpresas de esta edición de la Eurocopa desde la perspectiva de la selección española. En su estreno como primer entrenador en una gran competición, ha demostrado estar preparado para el cargo. El cambio de estilo respecto a sus predecesores, como es el caso de Luis Enrique o Julen Lopetegui, es evidente, ya que se decanta por un juego quizás menos vistoso y controlado, pero igualmente resolutivo y que está dando buenos frutos.
El riojano se formó como entrenador en las categorías inferiores de clubes como el Sevilla o el Athletic Club, pero el salto que cambió su trayectoria se dio en 2013, cuando entró en la Federación. Pasó por la Sub-19 y la Sub-23, entre otras, hasta ser el elegido para tomar las riendas de la Absoluta tras el último Mundial, torneo que en 2030 organiza España. Con las promesas españolas, demostró saber sacar un buen rendimiento al conseguir dos trofeos europeos y una plata olímpica.
Números que hablan por sí solos
Los buenos resultados de La Roja en el considerado como el grupo más complicado han situado al equipo como firme candidato al título según las cuotas al ganador de la Eurocopa, junto con franceses y alemanes. Si bien los anfitriones destacan por el buen trato de balón y el control total de la posesión, tanto los hispanos como los galos se decantan más por el intercambio de golpes y la verticalidad siempre que haya posibilidad de correr. De momento, son tres de las más destacadas.
El equipo de De la Fuente se ha caracterizado en este torneo por la gran fiabilidad defensiva, consiguiendo tres victorias en la fase de grupos, habiendo marcado cinco goles y sin haber recibido todavía un tanto en contra. Las mismas sensaciones también dejó durante la parte clasificatoria, con siete victorias y solamente una derrota, con una declaración de intenciones al reducir los peligros y mostrarse sólido en la última línea sin tener que asumir un riesgo constante en la construcción.
El año pasado, el seleccionador riojano ya supo sacar rendimiento inmediato al combinado español sin apenas haber rodado en el banquillo de la Absoluta. Fue en la Liga de Naciones de la UEFA celebrada en Países Bajos, donde se venció a la selección italiana en semifinales y en la tanda de penaltis de la final a los croatas. Hasta la disputa de los octavos de la Eurocopa 2024 ha dirigido 18 partidos, con 14 victorias, dos empates y dos derrotas. Ahora cabe ver si la racha dura en las eliminatorias.
Estilo genuino y rompedor
Luis de la Fuente, que tiene contrato con la selección española hasta este mismo verano después del torneo, ha aportado al equipo un estilo ligeramente diferente al de toque que se inició con Luis Aragonés y Vicente del Bosque. No teme ceder la posesión a los rivales para reorganizarse atrás en busca de las salidas rápidas por las bandas, algo por lo que se le criticó duramente en los primeros encuentros y que ha conseguido que pueda dar buenos resultados en diferentes contextos.
En otras palabras, el seleccionador ha buscado la fórmula para potenciar las oportunidades y reducir las amenazas según su plantilla. En este torneo, se está viendo con la apuesta de juego: directamente buscando a los extremos, donde se encuentra todo el talento acumulado en los pies de Lamine Yamal y Nico Williams. En su defecto, el balón no circula con tanta fluidez por la medular como hacía en otros tiempos o como están acostumbrados otros jugadores en sus equipos como Rodri Hernández.
No se espera tampoco en la presente Eurocopa ver grandes cambios de sistema ni presencias en los onces de inicio sorpresivas. Se ha encontrado un equilibrio que en los primeros partidos ha dado buenos resultados y los titulares ya son sabidos por todos en el esquema 4-3-3. Todas las dudas quedaron disipadas ante Croacia, en la primera jornada, y reafirmadas contra Italia, en la segunda. Ahora empiezan las eliminatorias, los retos de mayor exigencia, y cabe ver si De la Fuente consigue que la moneda caiga de cara.
