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Page ve el impuesto a las grandes fortunas como una armonización «encubierta» y quiere que lo recaudado se quede en C-LM

Dice que lo que obtiene C-LM por el incremento de los costes de los combustibles compensará la bajada del IRPF anunciada este martes

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado este miércoles que el impuesto a las grandes fortunas del Gobierno central es una armonización fiscal «encubierta», al tiempo que ha defendido que «barriendo para casa» preferiría que lo recaudado en virtud de esa nuevo tributo se quede en Castilla-La Mancha.

Preguntado si esta manera de proceder del Gobierno central se puede considerar una injerencia a las competencias autonómicas, el titular del Ejecutivo castallanomanchego ha considerado que «lo han planteado de una manera envolvente».

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«Por eso creo que es una armonización encubierta. Me parece bien. La unidad de España también se tiene que predicar en los impuestos. Seguro que el Estado lo que dice es, como ustedes están reduciendo el patrimonio a unos, ya se lo cobró yo. Pero donde se cobra en las autonomías se lo descuento. La verdad sea dicha, y barriendo para casa, prefiero que se quede en Castilla-La Mancha», ha reivindicado.

En el programa de Carlos Alsina, García-Page ha vuelto a criticar el debate fiscal abierto, surgido al calor de una coyuntura concreta como es la inflación, confesando que le «solivianta» que se plantee como una revisión fiscal. «No es el momento de pensar cuál es el mejor modelo fiscal posible. Es el momento de tomar acciones puntuales para intentar, con buena fe, compensar el sufrimiento de todos, de la administración también».

Tras insistir en que no va a hacer una «bajada a granel de impuestos», ha tildado de «error total» que en esta cuestión cada Comunidad Autónoma «haga la guerra por su cuenta». «No es serio, y menos cuando vamos a Europa a pedir muchos millones para intentar ir convergencia y en cohesión».

Dicho esto, ha explicado que lo que ha propuesto en Castilla-La Mancha, donde este martes anunció una rebaja fiscal mediante una bajada del IRPF para rentas inferiores a 30.000 euros, es una reducción del techo de gasto, «siendo consciente de que dentro de dos años Europa dirá que se acaba la alegría fiscal».

«Si he planteado desgravaciones, que no es una desgravación fiscal ni bajada de impuestos, es para paliar un poco, nada más, el problema de la inflación para la gente de renta media y baja, porque se están produciendo mayores ingresos».

Preguntado sobre el hecho de que Gobierno de Castilla-La Mancha, que reduce techo de gasto para las cuentas del 2023, se aleje del Gobierno central, que lo ha subido en conformidad con el incremento de las necesidades sociales del país, el presidente regional ha dicho que este Gobierno, y todos los que ha conocido, «cuando se trata de aplicar el cinturón del ajuste que obliga Europa, a las comunidades nos pone tres o cuatro agujeritos, y a él se aplica uno». «No jugamos con las mismas cartas», añadiendo que las cuentas del Estado no son las de las autonomías.

«Me ha parecido entender que ha hecho desgravaciones fiscales. Soy partidario de que la aportación a lo público sea progresiva, que en momentos extraordinarios tendrá que arrimar más el hombro quien más hombro tiene, pero esto, nosotros no podemos planteárnoslo».

García-Page, que ha sido preguntado hasta en tres ocasiones por cómo va a compensar esa bajada del IRPF, parafraseando a Aristóteles, que habló del justo medio de las cosas, ha reiterado que su Ejecutivo se puede permitir hacer «una ayuda fiscal» a la gente que peor lo está pasando sin mermar los servicios públicos. «Si no, no lo haría».

«Están incrementándose los recursos porque el precio de los combustibles, etcétera, obviamente hace que se recaude más», ha indicado.

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