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viernes, 29 marzo

Sánchez afirma que la desescalada será «lenta» y que habrá «avances y retrocesos»

Ha querido poner hoy en valor el haber logrado que la mayoría de las fuerzas políticas hayan aceptado trabajar para alcanzar un acuerdo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha querido poner hoy en valor el haber logrado que la mayoría de las fuerzas políticas hayan aceptado trabajar para alcanzar un acuerdo de reconstrucción social y económica como él venía proponiendo en las últimas semanas. Y para despejar las dudas de quien piensa que el Gobierno quiere beneficiarse con estos pactos ha ofrecido dos garantías, una que los pactos serán un éxito de todos y la segunda, que aboga por pactos en todos los escalones (CCAA y Ayuntamientos) «gobierne quien gobierne».

Así lo ha afirmado durante su comparecencia en el Parlamento para pedir la tercera prórroga del estado de alarma, donde también ha anunciado que en este nuevo periodo, del 26 de abril al 9 de mayo, se permite ya la posibilidad de introducir nuevas medidas de alivio en el confinamiento más allá de la decidida sobre permitir los paseos de los menores de 14 años acompañados de un adulto.

Según Pedro Sánchez, estamos sufriendo una «sacudida mundial» que ha acelerado los cambios y considera uno de los más importantes que se van a producir es un cambio en la política, hacia formas de diálogo y cooperación que reemplacen las «dialécticas estériles de bloqueo y confrontación».

Por ello, durante su discurso ha querido destacar la «satisfacción» que debe suponer para «todos» el haber conseguido sumar a la gran mayoría de las fuerzas políticas en la disposición para conformar unos acuerdo para la reconstrucción social y económica.

En este contexto, ha dado dar las gracias a los partidos, presidentes autonómicos, ayuntamientos y agentes sociales que han dicho «sí» al reto de explorar «lo que nos une y aparcar lo que nos separa», por encima, ha dicho, de la estrategia partidista que busque el beneficio particular frente al resto.

Sánchez ha destacado que «por primera vez» en muchos años, las fuerzas políticas se van a reunir en una mesa para dialogar, contrastar y empezar a diseñar un escenario futuro de trabajo en común.

En su opinión, este es un paso que anhela la gran mayoría de los ciudadanos y necesita España y para su gobierno es sinónimo de esperanza y si se consiguen con éxito, apunta, habrá ganado el conjunto de los ciudadanos.

DOS GARANTÍAS PARA QUIEN DUDA DE SU INTENCIÓN

Según ha dicho, nadie discute la necesidad de un acuerdo de reconstrucción social y económica viendo las perspectivas que auguran los organismos internacionales, pero como sí se pone en duda la «sinceridad» de la propuesta del Ejecutivo y sus intenciones, por entender que lo que quiere es beneficiarse de los acuerdos, ha querido ofrecer dos garantías a esas reservas.

Por ello, en primer lugar, ha hecho un proclamación «solemne» de que la culminación de los acuerdos será un «éxito de todos los que arrimen el hombro y contribuyan al entendimiento», dejando claro que los pactos de reconstrucción no pueden ser patrimonializados por nadie.

Y la segunda garantía, ha dicho el presidente del Gobierno, es su disposición favorable a que estos pactos se alcancen en todos los escalones de la geografía, en CCAA y Ayuntamientos, «gobierne quien gobierne». Ha justificado esta voluntad en el hecho de que la «devastación económica y social» se va a manifestar en todos los rincones de España.

Inma Delgado Fotografía New Born

«Por tanto, sí a los acuerdos de reconstrucción, con todas sus consecuencias, sin reservas en cada lugar, en cada administración, gobierne quien gobierne, sin mas exclusión de la de quienes se autoexcluyan y decidan quedar al margen de la recuperación social y eca de nuestro país», ha remachado.

Y para afianzar su planteamiento y exponer la urgencia de estos pactos, ha advertido: «cada enfrentamiento que alentemos, cada retraso que asumamos por otros cálculos o intereses será un lastre con el que cargaremos en los próximos meses y en los próximos años». Sin embargo, considera que cada acuerdo que se alcance será por contra el terreno fértil desde el que volver a crecer.

Bogas Bus

El jefe del Ejecutivo considera perentorio incluir una reconstrucción del Sistema Nacional de Salud, revitalizar el pulso de la economía, devolver la pujanza al sistema productivo, centrarse en las pequeñas y medianas empresas y autónomos, poner en marcha la economía social o atender a los sectores que han sido más afectados como la industria, el turismo o la cultura. A lo que suma la necesidad de tomar medidas sociales cuando la crisis social y económica tome el relevo a la sanitaria y todo ello, ha dicho, ha de hacerse en consonancia con los acuerdos europeos.

LA DESESCALADA SERÁ LENTA

Pero Pedro Sánchez también se ha centrado, además de en la necesidad de los pactos futuros, en explicar cómo será el próximo periodo del decreto de alarma, para el que ha pedido hoy el apoyo al Parlamento.

Así, ha anunciado que en el periodo comprendido entre el 26 de abril y el 9 de mayo, ambos inclusive, se permitirá ya la posibilidad de introducir nuevas medidas de alivio en el confinamiento más allá de la decidida sobre permitir los paseos de los menores de 14 años acompañados de un adulto. Esta nueva prórroga, ha abundado, será la que «permitirá empezar a desescalar las reglas de confinamiento».

El jefe del Ejecutivo se ha felicitado de que, por primera vez, acude a la Cámara Baja en medio de un «escenario prudentemente optimista», lo que permite que «a lo largo de las próximas semanas» y teniendo como horizonte la segunda mitad de mayo para entrar en la llamada fase 2 de relajación de las medidas, entre el 26 de abril y el 9 de mayo las reglas y limitaciones vigentes sobre desplazamientos y actividad comercial puedan ir variando.

Ahora bien, todo alivio en las medidas de confinamiento, ha advertido, deberá ir acompañado de la «necesaria prudencia». Es más, ha adelantado de que en función de cómo vaya evolucionando la epidemia, se darán «pasos hacia adelante» o «hacia atrás».

En este sentido, ha dejado claro que la desescalada va a ser lenta y gradual porque debe ser segura y evitar «pasos en falso». Tras cada nuevo avance, ha recalcado, hay que asegurar la solidez de la medida antes de dar un nuevo paso.

«Si no es así, nos detendremos y si advertimos riesgo, se aplicarán nuevas restricciones» y habrá avances y retrocesos en función de cuál sea el comportamiento del virus.

Es por ello que la prórroga que pide el Gobierno introduce un cambio en el real decreto sobre el estado de alarma que rige en la actualidad para habilitar al ministro de Sanidad, Salvador Illa, a dictar órdenes e instrucciones que podrán ser diferentes en función de los territorios con respecto a las limitaciones actualmente vigentes sobre los únicos desplazamientos permitidos a las personas, pero también sobre la actividad comercial y la apertura de negocios, bares y restaurantes, y lugares de ocio y cultura como museos, bibliotecas o espacios de espectáculos.

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