La directora territorial de Telefónica para Castilla-La Mancha, Marisa de Urquía, ha expuesto algunos de los datos recabados por la compañía en cuanto al comportamiento de la población en la región con respecto a las tecnologías de la comunicación durante los meses de confinamiento, apuntando que el número de llamadas a teléfonos fijos se ha disparado en un 135% y que el consumo de datos móviles repuntó en total cerca del 70%.
En un encuentro telemático con periodistas de la región, De Urquía ha puesto el acento en que las últimas semanas han servido, sobre todo, para tomar conciencia de la necesidad de avanzar en procesos de digitalización.
Tras preguntarse cómo habría sido el confinamiento sin tener al alcance las tecnologías de la comunicación, ha considerado que la transformación digital ya se considera como «importante y urgente» sobre todo para las empresas que quieran «sobrevivir».
En este sentido, ha opinado que las empresas demandarán cada vez más perfiles digitales para incorporar a sus plantillas, por lo que hay que potenciar la formación en este aspecto no solo entre los más jóvenes, sino extendiendo esa enseñanza a trabajadores de más edad. «Todos tenemos que transformarnos», ha avisado.
La digitalización en empresas de Castilla-La Mancha tiene mucho camino por recorrer, extremo que De Urquía ha ilustrado apuntando que solo el 30% de las pequeñas y medianas empresas en la región cuentan con una página web.
La pandemia «ha enseñado muchas cosas», entre ellas «la humildad», ya que «nadie pensaba que podía ser tan vulnerable», por lo que ha pedido «aprender» de la experiencia, ya que «muchas cosas van a cambiar». «Todos hemos cambiado. Cuando estas cosas pasan nada vuelve a ser como antes», ha aseverado De Urquía.
La máxima dirigente de Telefónica en la Comunidad Autónoma ha reparado en la importancia del teletrabajo, algo que se ha descubierto sobre todo en estas semanas. Muchas empresas, ha recordado, no estaban preparadas para afrontar este proceso de transformación.
En zonas menos pobladas este teletrabajo «puede ser un caso de éxito», ya que podría deslocalizar la población de grandes ciudades.
