Elisa Fernández, presidenta de la Federación de Mujeres Rurales FADEMUR de Castilla-La Mancha, ha afirmado que la cotitularidad es un elemento imprescindible para alcanzar la igualdad real y efectiva de las mujeres en el entorno rural “creemos fundamental añadir medidas como el fomento de la actividad económica o el mantenimiento de empleo a través de la promoción de empresas y del autoempleo”.
Estas medidas son clave para el mantenimiento de puestos de trabajo en diversos sectores pero también es fundamental “promocionar otros sectores emergentes. Y, por supuesto, para luchar contra la temporalidad, la precariedad y la economía sumergida”, ha recordado Fernández. Así, según la presidenta de FADEMUR el objetivo de la figura de titularidad compartida va más allá de una regulación de efectos administrativos, “afectaría a los diferentes sectores generadores de empleo en el medio rural como agro-alimentación, industria, entre otros. Es decir, cualquier negocio familiar debe poder acceder a la titularidad compartida”.
Elisa Fernández ha recordado la importancia de los programas de formación y planes de conciliación específicos para el medio rural, así como maximizar las posibilidades para que la formación llegue a los pueblos. Se trata de establecer una serie de medidas para alcanzar la cotitularidad y la igualdad real de la mujer. Medidas como la regulación de un mecanismo para el reconocimiento de los derechos económicos de las mujeres que realicen tareas en la explotación.
Entre las medidas de carácter económico se encuentra la reducción de la cuota de forma automática a todas las mujeres cotitulares durante el intervalo de edad entre los 30 y los 50 años, que se incremente hasta los 50 años y respecto a su duración se debería barajar la posibilidad de aumentar este beneficio a más de cinco años.
“Este tipo de cuestiones serían mucho más sencillas de poner en marcha si hubiera una coordinación adecuada entre administraciones para evitar duplicidades”, ha explicado Elisa Fernández.
FADEMUR Castilla-La Mancha recuerda finalmente que la titularidad no es sino la promoción de la acción positiva que dé visibilidad a las mujeres para que ejerzan y disfruten de todos los derechos derivados de su trabajo en las explotaciones agrícolas. Todo ello en términos de igualdad y favoreciendo la asunción de decisiones gerenciales y de los riesgos y responsabilidades derivados.