El Gobierno de Castilla-La Mancha se reunirá «en los próximos días, en las próximas semanas» con la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en funciones, Isabel García Tejerina, para solicitar inversiones para desarrollar el regadío en la región.
Así lo ha anunciado el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, en una reunión que ha mantenido en Albacete con el presidente de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (JCRMO), Herminio Molina, según ha informado la Junta en nota de prensa.
Martínez Arroyo se ha comprometido a solicitar al Gobierno central la financiación de la segunda fase de sustitución de bombeos para los regantes del Júcar en la provincia de Albacete y Cuenca –que dependen de que se sustituyan los pozos de aguas subterráneas con los que están regando, para sustituirlos por riego de agua superficial– y también pedirá inversión para desarrollar las obras del Canal de Albacete que vienen esperando los agricultores de los municipios de La Gineta, La Herrera y Montalvos.
El consejero ha señalado que «es un compromiso que tiene la Administración central desde hace muchos años con los regantes y es el momento de tomar una decisión».
«Es importante que no perdamos ni un segundo porque de ello depende la rentabilidad de las explotaciones», es de sobra conocido «que una hectárea de regadío permite generar tres veces la riqueza de una hectárea de secano y no podemos pensar en un futuro del sector agrario en Castilla-La Mancha sin el acceso al agua» y particularmente, «lo podemos decir aquí en esta zona de Albacete, en las cuencas del Júcar y del Segura».
En cuanto a la apuesta específica del Gobierno regional en materia de regadíos, el titular de Agricultura en Castilla-La Mancha ha afirmado que se va a concretar este otoño con un proyecto de Orden de Ayuda para Modernización y Transformación de Regadíos que va a estar dotada con 37 millones de euros.
Según ha indicado, es la convocatoria más importante que se ha hecho en los últimos años y tiene como objetivo, «por un lado, ahorrar agua y hacer un uso eficiente del agua allí donde en este momento se está regando, y transformar en regadío, hacer nuevos regadíos que tengan ese componente social».