Fuente: Lanza
Cuando ya se cumple una semana del inicio de la vendimia en una de las principales comarcas productoras de Ciudad Real, La Mancha, la calidad se impone como principal factor para aumentar los rendimientos, hasta ahora más reducidos respecto a otras áreas vitivinícolas al apostar de manera tradicional por el volumen.
Pero este año, se huele, se siente, se comunica, se advierte: hay una nueva política de pago de la uva en función de criterios cualitativos. Además, el foco administrativo y social está encima de las operaciones de compraventa de uva, y posteriormente de vino, para que cuenten con un contrato firmado, que recoja los precios, el plazo de cobro, y otros factores propios de este tipo de transacciones.
En esta zona, donde se ubica el Consejo Regulador de la Denominación de Origen La Mancha la recogida de la uva chardonnay ha marcado en el últimos días el comienzo de la campaña en una temporada determinada por las altas temperaturas del verano, y ha seguido este fin de semana con la corta de la moscatel y la sauvignon blanc.
Posteriormente, se recogerán las variedades tempranillo y verdejo, para generalizarse con la mayoritaria airén.
Desde la interprofesión destacaron el control de las cooperativas en todo el proceso de recolección, con la vendimia nocturna mecanizada para los tipos de uva más tempranos para garantizar su temperatura óptima y su posterior transformación en mosto y en vino.
En la comarca de Valdepeñas, el otro territorio de arraigo vitivinícola en la provincia, la tensión entre agricultores y bodegueros de la DO ha caracterizado la recogida de uva, por la eventualidad de las cotizaciones, en el aire de las tablillas, que se hacían de rogar para desesperación de los proveedores de uva.
Este año, el escenario empieza a cambiar, con la Ley de la Cadena Alimentaria (además del tribunal de la Competencia) y, por derecho propio, las armas del mercado de la uva protegida (sobre todo la tinta) van a reflejarse en las cotizaciones. Otros problemas de la Interprofesión de la Denominación de Origen ‘Valdepeñas’ son de carácter interno, y sus miembros tendrán que solucionar, pero al menos parece que las posturas están más cercanas, sobre todo desde que el nuevo consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, intermedió entre las partes. La próxima reunión será el próximo de 24 de agosto para “poner orden”, según los productores, y con el fin de cerrar las condiciones del mercado DO para que “se cumplan y se pague la uva calificada”.
Algunos viticultores valdepeñeros han empezado a cortar uva pero será desde esta semana cuando se generalice la entrada de la fruta a las bodegas con carta de naturaleza, esperan.
Una cosecha menor
Las previsiones de cosecha de vino y mosto en la región, según Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha, es de 22 millones de hectolitros, con una caída del 12% respecto a los 25,1 millones de 2014. Es más, advirtieron de que si se prolonga el calor estival (afecta a la maduración del fruto), el volumen total podría descender hasta los 20 millones, de los que cerca de la mitad se registrarían en la provincia de Ciudad Real.
A nivel nacional, las estimaciones son de 41 millones de hectolitros, un 6,3 por ciento menos que en el año precedente, unos resultados que han crecido en los últimos años sobre las producciones medias de 37 millones de hectolitros, gracias a los procesos de transformación y reconversión del viñedo.
En cuanto a las existencias, el enlace es otro elemento positivo para no cerrar una campaña de rendimientos medios-altos y calidad excelente tras la reducción del 30% del volumen que se acumulaba en la campaña pasada en Castilla-La Mancha (entre 12 y 14 millones de hectolitros).
Parámetros
Precisamente, valorar las cualidades de la materia prima del vino ha sido la apuesta de cuatro cooperativas vitivinícolas de la provincia de Ciudad Real, que han consensuado unos protocolos con parámetros como el pH, la acidez, y el glucónico, que servirán para fijar el el precio de la uva, históricamente dependiente de la graduación.
En concreto, son cuatro grupos cooperativos importantísimos acogidos a la DO La Mancha como ‘Virgen de las Viñas’, de Tomelloso (con cerca de 200 millones de kilos de uva); ‘Jesús del Perdón’, de Manzanares (con una previsión de 95 millones de kilos de uva); ‘Cristo de la Vega’, de Socuéllamos (con una campaña media de 95 millones de kilos); y ‘El Progreso’, de Villarrubia de los Ojos (entre los 80 y 90 millones de kilos de uva) .
Precisamente, estas valoraciones técnicas están ya normalizadas desde hace casi veinte años en ‘Vinícola de Tomelloso’, de Tomelloso. Su presidente, Fernando Villena, explica a Lanza la apuesta de la entidad por “el estado sanitario de la uva” que evalúan “desde hace 17 años con unos parámetros exigentes”. De hecho, “bonificamos el precio a quienes traen alta calidad”. Este año, esperan acercarse a su media de 14 millones de kilos de uva.
De su lado, el gerente de la bodega manzanareña ‘Vinícola de Castilla’, Alfonso Monsalve, advierte de “un menor rendimiento de los mostos” procedentes de la uva de secano, al estar menos madura. Los proveedores de esta entidad empezarán esta semana a ingresar uva sauvignon blanc, chardonnay, además de verdejo y moscatel.
